La nueva meta del gobierno Chino es reescribir la Biblia para que pueda concordar con el Comunismo en 5 años, el plan ha desatado diferentes denuncias de activistas religiosos del parlamento asiático.
El ex-líder, Bob Fu, un reverendo de una iglesia -hogar, que se fue a EE.UU en el año 1997 y es fundador de un movimiento contra la religiosa en China, ha sido el proveedor de los detalles de este “plan” de un “Cristianismo Chino”.
Estas campañas de ataques a la religión china es significado de destrucción de iglesias en todo el territorio, se advierte que lo que pasa en el país es el más alto nivel de persecución de Cristianos que se haya visto en tanto tiempo, y es que la libertad religiosa ha caído a los peores niveles desde la revolución de Mao Zedong.
Los nuevos lineamientos a los que el pueblo debe adaptarse es a la nueva sociedad socialista, la inspección de los departamentos religiosos y la guía de un funcionario de gobierno en el local. Este plan proponer cultivar e implementar los valores socialistas, será supervisado por el buró nacional de asuntos religiosos y cada provincia, región autónoma y municipalidad, así como también las iglesias cooperarán para que se implemente.
Según el ex-reverendo Bob, el pensamiento del gobierno es “Una de las maneras para transformar el Cristianismo es traduciendo nuevamente el Antiguo Testamento y proveyendo comentarios bíblicos nuevos al Nuevo Testamento, para que los ideales socialistas y la cultura China tengan una perspectiva más divina, el plan deja en claro que cambiará el Cristianismo en China por un Cristianismo Chino”.
Según Fu, la traducción constará de un resumen del Viejo Testamento que incluye ritos budistas y enseñanzas de Confucio, y pocos comentarios del Nuevo Testamento que será interpretado desde una perspectiva socialista.
Fu dijo que cerca de 4,000 a 6,000 de cruces en las iglesias han sido removidas; mientras que las qie se encuentran en el interior de los edificios religiosos deben llevar las imágenes de Mao Zedong y Xi Jinping en ambos lados.
Han tratado de recoger firmas de cristianos que renuncien a su fe y se le prohíbe a los niños ir a las iglesias.
Muchos activistas estan promoviendo comunicados donde rechazan esto por completo, por lo que piden a EE.UU que declare a China, un estado de preocupación particular.
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