Una madre parricida tiene conmocionado a todo Reino Unido. Hanna Turtle se declaró culpable por la muerte de su hijo James, quien tenía siete semanas de vida cuando lo envenenó y luego lo asfixió.
Turtle, de 22 años, asesinó al infante en junio de 2016 y esta semana enfrenta un juicio por su crimen, según informó BBC.
La madre dilató el juicio lo más que pudo, culpando en primera instancia a su pareja, pero finalmente reconoció la verdad: primero molió unas pastillas antidepresivas en la leche del bebé y, luego que su estado empeoró, lo asfixiócolocando sus manos sobre su boca y nariz.
Cuando su suegra la encontró, el niño estaba “muy, muy gris y flexible”, declaró
El bebé fue trasladado a un hospital, pero murió días después por daño cerebral causado por falta de oxígeno.
Turtle había cortado la respiración de su hijo otras dos veces durante el mismo mes, pero el bebé se había recuperado.
La mujer tenía un historial de problemas depresivos y tomaba pastillas desde hace varios años.
Según Metro, la madre declaró en el juicio que oía voces en su cabeza, las que le decían que era una mala madre y no merecía a James. Asimismo, señaló que no sabía bien por qué lo había hecho, pero que podría haber sido para buscar atención.
Este jueves se conocerá su sentencia, que de acuerdo con los jueces cambiará porque ya admitió culpabilidad.
Comentarios